El equipo de Juan Manuel Lillo no pudo hacer efectiva la ventaja que obtuvo como visitante en el partido de ida de la semifinal de liga postobon frente al Junior en Barranquilla.
Del partido en Bogotá se esperaba mucho del equipo capitalino, la hinchada tenía la esperanza puesta en el paso a la final como local, ya que durante el torneo el estadio el Campín fue el fortín de Millos, donde se ganaron la mayoría de los partidos y el equipo mostraba lo mejor de su fútbol.
El partido de vuelta de la semifinal fue muy diferente a lo esperado, el Junior, como era de esperarse, se metió atrás con 11 jugadores y Millos no tuvo ni la precisión, ni la cabeza fría, ni el buen fútbol mostrado durante todo el semestre; fue una tarde oscura para los azules. La posesión del balón fue en su mayoría azul y blanca pero sin profundidad, sin ambición y lo peor de todo con muchas deficiencias desde la parte física, por ejemplo Mayer Candelo no corrió como lo estaba haciendo promediando el torneo sobre todo en los partidos como local, M’Bami caminó toda la cancha muchas veces pasaron jugadores barranquilleros frente a él y ni se inmuto.
Y ni hablemos de los penalties, si es por esa serie de semifinales, más del 50% de los jugadores deberían salir de Millos ya que su ciclo en el equipo se ha cumplido o porque no mostraron un buen nivel, en opinión personal ya no deberían seguir en Millos:
– Candelo
– Robayo
– Ganiza
– Otalvaro
– Vasquez
y los que nunca vimos ni demotraron a que llegaron a Bogotá:
– Plata
– Lopes da Silva
