Un buen punto frente al supuesto “equipo más fuerte” del grupo que vino a Bogotá a no perder y eso consiguió. Un arbitraje fácilmente acomodado, una jugada dudosa que parece ser fuera del área y lo da como penal. Faltas claras de los brasileros para amarilla y ni la falta la pita.
Y un Millos que, no jugó mal, sobre todo en el primer tiempo se hizo un buen partido, fue muy bien planteado tácticamente y los jugadores lo afrontaron con jerarquía, en el primer tiempo el equipo azul donde tuvo más de 3 oportunidades claras de gol. Ya para el segundo tiempo nos dejamos manejar el partido de ellos, el ritmo en el segundo tiempo lo puso el rival y en Millos faltó la chispa de jerarquía del primer tiempopara hacer valer su calidad de local. El equipo brasilero no quería correr, con esa mentalidad llegó a Bogotá, y no fuimos capaces de obligarlos a moverse.
Veremos si ellos van a sacar más puntos jugando de esa forma de visita en Bolivia y Chile, y nosotros tenemos que ir a Brasil mínimo a traer el empate.
Algo si nos queda muy claro, hay con qué, hay fondo y un muy buen equipo con un gran trabajo del cuerpo técnico, pero se debe creer, así como se hace en el torneo local, en qué hay que jugar de tú a tú y proponiendo al equipo que sea y más cuando vienen a Bogotá, sobre todo aprovechar cuando llegan como llegaron los de Flamengo con el miedo que le tienen a la altura.
